Monumentos
El Castillo l La Iglesia l El Puente l La Cimbra l El Castellón l Ermita de San Sebastián l El Santo Sepulcro l San Gregorio l Cruz de Mayo l Plaza Vieja l Ayuntamiento (Página en construcción, poco a poco irán apareciendo los monumentos)
Los principales monumentos son:
El Castillo está situado en el paraje conocido como Puerta del
Campo, junto a la Carretera de Las Aneas y el Almendral, en un
montículo al N.E. del núcleo urbano de Gérgal desde el que se divisa el
caserío, la vega, el valle y las montañas que lo rodean.
Castillo de Gérgal a principios del S. XX con casas a su alrededor
Su
planta es una nave central cuadrada de 15'50 m. x 15'50 m.
que lleva adosados cuatro torreones
circulares de 5 m. en las esquinas. La nave central tiene tres plantas
y los torreones dos. Antiguamente poseía una capilla,
almacén de granos y diezmos y horno de pan, estancia que se
utilizaba como alojamiento de los criados. Su
puerta de entrada se encuentra en la
fachada de Poniente que da a la Carretera de Las Aneas y su fachada
principal está defendida por un bastión de planta
semicircular formado por un muro almenado a modo de barbacana que no es
original, pero que se ha integrado visualmente en el conjunto tras la
restauración realizada al Castillo.Sus muros están hechos de mampostería, con piedras gruesas y sin tallar, principalmente lajas de pizarra en horizontal, material utilizado en las construcciones de la zona. Su función defensiva se aprecia en las troneras para armas de fuego portátiles que baten sus muros. La puerta de entrada está protegida con una ventana aspillerada y cadahalso. Al acceder nos encontramos con un postigo en lugar de una puerta, por razones de seguridad, con una entrada en recodo protegida de la torre de acceso para evitar el impacto frontal de los disparos de la artillería enemiga. En su función defensiva utiliza también el principio de la compartimentación a distintos niveles, como se manifiesta en el patio previo al interior del Castillo y tras el postigo de acceso, y la presencia de aspilleras en algunas habitaciones del interior. (Datos obtenidos de la Página Web: http://www.almediam.org). Por sus características podemos especular
que posiblemente su origen fuera musulmán, o incluso romano o ibero y que a lo largo del
tiempo ha sufrido varias transformaciones. Su aspecto actual tiene
trazas de ser un modelo castellano sobre una fortaleza árabe.
Se piensa que sobre su solar existió una fortaleza nazarí de los siglos XIII o XIV y que en la primera mitad del siglo XVI se construyó el castillo actual de corte medieval, que nos recuerda la torre del homenaje de los grandes castillos, cuando en esta época la tendencia artística era de tipo renacentista. Los castillos que se construían conjugaban la función defensiva y militar con la residencial y palaciega de patios porticados y elementos arquitectónicos renacentistas como es el caso del Castillo de La Calahorra. El Castillo de Gérgal es principalmente defensivo, por sus reducidas dimensiones, por su robustez y porque debió construirse como residencia de los alcaides o gobernadores que nombraba el Conde de la Puebla al mando de su señorío. Sin embargo, sí incorpora torres o baluartes circulares en las esquinas -en el medievo se hacían cuadradas- como respuesta a las nuevas armas ofensivas del momento. (Fuente consultada: Página Web http://www.almediam.org). La tradición oral cuenta que en una habitación oscura de la planta baja, llamada la Sala de los Secretos hay un pasadizo que comunica con la Loma de Tablas pasando por debajo de la Rambla. Lo que sí se puede constatar es que en la cima de este monte, por debajo de la Ermita de San Gregorio, existió una fortaleza musulmana, cuyos cimientos y restos se pueden observar en la actualidad y debió de ser anterior al Castillo actual. Durante el siglo XVI sirvió de fortaleza para defender el territorio que dominaba ante los ataques de los piratas corsos- turcos y corsarios berberiscos- que eran ayudados por los moriscos emigrados o expulsados al Norte de África. Desembarcaban en las costas almerienses y hacían incursiones al interior para saquear a los cristianos y llevárselos cautivos como botín. Más tarde serían vendidos como esclavos en los puertos norteafricanos. Allí acudían los frailes trinitarios y mercedarios para liberar a los cristianos pagando su rescate. Entre los saqueos más importantes están el de Lucainena en abril de 1555 y septiembre de 1566, el de Nijar en abril de 1562, el de Tabernas en septiembre de 1566, el de Tahal -en pleno corazón de la Sierra de los Filabres- en septiembre de 1573 por el antiguo monfí El Joraique que se había hecho pirata y el de Cuevas de Almanzora en noviembre de 1573. Con la expulsión de los moriscos se produjo una etapa de peligrosidad en las tierras almerienses entre 1571-1620 porque cuadrillas de moriscos hambrientos las asaltaban, asesinando a los pocos cristianos que había en ellas. Les ayudaban los huidos al Norte de África amedrentando a los nuevos pobladores para que se alejaran de las tierras que fueron suyas. Durante más de un siglo fue muy peligroso vivir en las tierras próximas al Cabo de Gata y a las calas de las Sierras de Cabrera y Almagrera que servían de refugio a los piratas turcos, argelinos y berberiscos. En estas condiciones el Castillo de Gérgal era un fortín ante las incursiones de los piratas y de los moriscos que no se habían entregado. Por eso hay un documento de esta época que dice que sería necesario que tuviese presidio y por lo menos treinta soldados para luchar contra los moros que se escondían en la Rambla Verdelecha -anejo de Gérgal llamado Arroyo Verdelecho-. La última dueña por línea hereditaria fue Dña. María Luisa Fernández de Córdoba, Marquesa de la Puebla de los Valles, que donó sus últimas posesiones, un cortijo al aparcero que se lo trabajaba y el Castillo al Ayuntamiento. El 9 de octubre de 1968 pasó a ser propiedad del Estado, el 24 de octubre de 1969 por Orden Ministerial fue declarado alienable acordándose su enajenación el 14 de noviembre de 1971 en pública subasta. Fue tasado en 125000 ptas, en el Boletín Oficial de la Provincia de fecha 20 de marzo de 1972 y en el del Estado el 22 de marzo de 1972. El 21 de abril de 1972 se celebró la subasta y fue adjudicado al mejor postor en 576000 ptas que fueron ingresadas en la Delegación de Hacienda de Almería el 11 de julio de 1972 por su comprador. De este modo actualmente se encuentra bien conservado al haberse convertido en vivienda de su propietario, pero desgraciadamente hay muy pocas personas que lo puedan visitar, porque desde febrero de 1996, su propietario está dispensado por el Director General de Bienes Culturales de la obligación de Visita Pública Gratuita de al menos cuatro días al mes y cuatro horas cada día, que tienen los Bienes de Interés Cultural , con categoría de Monumento, en virtud de la Ley 16/85 del Patrimonio Histórico Español, Art. 13.2 y la Disposición Adicional 4ª del Real Decreto 111/1986. El Castillo fue declarado Bien de Interés Cultural por la Resolución de 22 de junio de 1993. El Castillo es junto con la Iglesia el emblema de Gérgal, referentes fotográficos de la imagen del pueblo. Figura en la parte central de su escudo -rescatado en 1969 del sótano de la antigua cárcel donde estaba abandonado, siendo reparado por un pintor de Viator llamado Álvarez- y en el escudo provincial como cuarto cuartel -de los nueve que tiene- que fue aprobado el 29 de julio de 1925. A la derecha del Castillo, mirado de frente, se encuentran las ruinas de la primitiva Iglesia de Santa María que se ubican dentro del recinto privado del Castillo. Esta iglesia se levantó en el solar de la mezquita que había en este lugar, como era norma en la inmensa mayoría de las iglesias construidas tras la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos. Se terminó de construir en 1561 y fue saqueada y quemada en 1568 como consecuencia de la Rebelión de los Moriscos (1568-1570), pues en los lugares donde triunfó la sublevación, como es el caso de Gérgal, que fue un enclave y foco importante de ésta, donde llegaron bandadas de moriscos alpujarreños al mando de los capitanes de Aben Humeya, el Rami (de Instinción) y el Gorri (de Andarax) para propagar la rebelión por la cuenca del Almanzora y por el pasillo de Fiñana hasta el Cenete, fracasando en ambas campañas, los moriscos sublevados cometieron actos vandálicos de venganza, como respuesta a la política de negación de sus derechos, costumbres y religión, quemando las iglesias y torturando y asesinando a los pocos cristianos que vivían con ellos: el cura, el sacristán y pocos más, que los habían humillado y obligado a renegar de su religión islámica en favor del cristianismo. Se sabe por los historiadores Mármol Carvajal y Bermúdez de Pedraza que el alcaide de Gérgal, Francisco de Puertocarrero, nombrado por el Conde de la Puebla, y su hijo con el mismo nombre cristiano, en árabe Aben Mequenum, uno de los primeros veintitrés capitanes elegidos por Aben Humeya tras su coronación como Rey de los Moriscos en Cádiar, engañaron a los cristianos ofreciéndoles su protección para que se refugiaran en el Castillo y cuando estaban allí los degollaron y mandaron echar sus cuerpos en el campo. Los nombres que se citan son: el Vicario D. Diego Acevedo y su anciana madre, los Beneficiados Sres. Simón y Paz, el escribano del juzgado Bernardo García y muchos cristianos más. Más tarde llegaría a Gérgal el Marqués de los Vélez, don Luis Fajardo, con 15000 hombres en auxilio de los cristianos, pero los moriscos ya habían huído a otros lugares sublevados. 2. La Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen No se sabe la fecha de su construcción. Conocemos que en 1581 la primitiva Iglesia de Santa María -terminada en 1561-, situada a la derecha del Castillo mirado de frente, seguía en ruinas después de ser incenciada y destruida en la Rebelión de los Moriscos (1568-1570), por lo que debemos pensar que la Iglesia actual de Ntra. Sra. del Carmen debió construirse como mínimo a finales del siglo XVI o principios del XVII, porque en esta época apenas si había habitantes después de que fueran vencidos y expulsados los moriscos. Las tierras que ocupaban se repoblaron con expediciones de cristianos venidos de otros lugares. Fue así como hasta finales del siglo XVI no se recuperó en parte la población y sería a partir de esta época cuando se emprendería la construcción de la actual Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen. Se cuenta que cuando los moriscos incendiaron la primitiva Iglesia de Santa María se salvó su armadura mudéjar y que el techo de La Parroquia se fundó canónicamente con el nombre de Santa María, de la que era devota la Reina Isabel la Católica, y tuvo este patronazgo hasta 1744, que el Obispo de Almería aprobó el cambio de denominación en favor de la Virgen del Carmen como consecuencia de la predicación que realizó el entonces Párroco de Gérgal D. Salvador Martínez Alcalá, de la Orden Carmelita, que fomentó entre sus feligreses la devoción a esta advocación de la Virgen. Interior de la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen con el Altar Mayor y parte de una de las naves laterales
La Iglesia tiene planta basilical del modelo de iglesia cajón de tres naves, una central y dos laterales, comunicadas entre sí por arcos de medio punto, con la Capilla Mayor diferenciada por un arco toral. Es el modelo de iglesia que se hacía en localidades importantes y en las villas cabeceras de comarca. Sus dimensiones son de 30 m. x 17 m.
La armadura mudéjar del techo de la
nave central es el elemento arquitectónico del
conjunto de mayor valor artístico. Es del tipo de lima
rectangular, de las llamadas mohamares (dos limas), que se centra en la
pareja de tirantes, sostenidos en canes decorados con estrellas de 8
puntas unos y con lazos de 4 otros.
Termina en el arco toral que la
separa de la Capilla Mayor. Las naves laterales se cubren con armaduras
de colgadizo y tienen 10 altares. En la parte central de la armadura,
en un octógono cerca del arco toral, sobre el Altar Mayor, está decorado el Sol de Portocarrero,
escudo del Obispo Juan de Portocarrero de Almería, que estuvo al
frente de la diócesis desde 1602 hasta 1631. Lo que nos da pie a
pensar que el artesonado de la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen se
construyó durante esta época.
Otros elementos destacables son el coro a un nivel superior, sobre la puerta principal, al que se accede por unas escaleras, un camarín de estilo barroco tras el altar mayor -se construyó en el año 1745 para alojar a la imagen de la Virgen del Carmen recién nombrada nueva Patrona de Gérgal (1744)- de planta octogonal y cúpula de lunetos, en el exterior tiene una planta absidal de 5 lados y la torre campanario de gran volumen situada en la cabecera, tras el altar mayor, a la que se accede por unas escaleras. En la actualidad se encuentra cerrada al público por obras de restauración, llevando ya cinco años en esta situación. Se cerró en septiembre de 2001 cuando se iniciaron los trabajos de restauración de la 1ª Fase que consistió en reparar la cubierta. Cuando se comenzó la restauración interior se descubrieron pinturas murales al limpiar las paredes. Las hay de tema iconográfico visible: la Inmaculada Concepción y de tema iconográfico no visible: una figura masculina (se aprecia un pie desnudo), figuraciones arquitectónicas: columnas salomónicas, entablamentos (arquitrabes, frisos y cornisas), molduras lineales y curvas, elementos vegetales (flores y guirnaldas). Parece ser que ésta ha sido la causa de la paralización de las obras, pues con este motivo el Ayuntamiento encargó un Estudio Preliminar de Análisis, Detección y Diagnóstico de dichas pinturas para recuperarlas y restaurarlas con cargo al Ayuntamiento y a la Consejería de Cultura. Este trabajo se realizará cuando se termine la 2ª Fase del Proyecto de Restauración de la Iglesia Parroquial, que debe comenzar en breve, puesto que se tiene el visto bueno de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, cuyo coste total es de 244052'49 €. Esta espera está impacientando a gran parte de la población que está deseando volver a entrar en ella. 3. El Puente Es una construcción de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Se inició en 1880 y por problemas relacionados con los terrenos necesarios para su levantamiento se retrasó unos 28 años. Alrededor de 1908 se terminó bajo la dirección del Ingeniero de Ferrocarriles D. José Molero Levenfeld. Puente
de Gérgal a principios del S. XX, recién construido. Se
puede observar el cauce de agua que lleva la Rambla.
José Molero Levenfeld era Ingeniero de Caminos, Puertos y Canales. Vivió en Gérgal a finales del siglo XIX y primeros años del siglo XX, adonde llegó con la construcción del ferrocarril Linares-Almería. Invirtió en la compra de tierras en Gérgal, comprando a pequeños propietarios reunió una gran propiedad, que conocemos como El Cortijo Miura, llamado así probablemente porque su esposa se llamaba de primer apellido Miura. Entre 1899-1900 se construyó el ramal ferroviario de 4'5 km. que conectaba la Línea de Ferrocarril Almería-Linares a su paso con la Estación de Gérgal con la Terminal de Gérgal pueblo, llamada también Cruz de Mayo, que recogía por cable el mineral de las minas de hierro. Los terrenos de la Terminal Cruz de Mayo pertenecían al Cortijo Miura y por tanto a su propietario José Molero Levenfeld, que los arrendó a las distintas compañías que se fueron sucediendo en la explotación como "The Soria Mining Company Limited" de Liverpool y "Echevarrieta y Campbell" que desmanteló la Terminal y le devolvió los terrenos en 1930. Como reconocimiento a su labor en la construcción del Puente el Ayuntamiento de Gérgal le puso por nombre Avda José Molero a la calle que une la Calle Sebastián Pérez con el Barrio de Pilanos a través del Puente. La construcción del Puente está realizada con piedra, barro y grandes bloques de piedra en los arcos y muros. Es una gran obra de ingeniería, que en la actualidad se mantiene perfectamente. Tiene un gran arco central sobre el cauce principal de la Rambla de Gérgal y dos arcos secundarios, uno a cada lado, para cubrir una gran avenida de agua, en otro tiempo frecuentes con las tormentas de verano, que arrastraban piedras, ramas y troncos a su paso produciendo un gran ruido que hacía que los gergaleños fueran a contemplarlo desde arriba, a este fenómeno se le llamaba "ha salido la rambla" y cuando pasaba por los tres arcos se decía que llevaba los tres "ojos" del Puente. En su día supuso todo un acontecimiento para el pueblo, pues antes de su construcción el camino de Gérgal a Almería -entonces había carros y caballerías y no existían aún los vehículos- se hacía Rambla abajo que llevaba riachuelos prácticamente todo el año. Uno de los caminos era por la actual Calle Almería -en recuerdo a que por ella se iba a la capital- y se bajaba por la Fuente de la Canaleja hasta la Rambla. A partir de la construcción del Puente se comunicó el pueblo con el Barrio de Pilanos por encima de la Rambla y quedó como el camino de Almería, después Carretera Comarcal 3326 hasta el actual trazado de la A-92 que pasa un poco más abajo de la Rambla por otro puente. 4. La Cimbra Es un lavadero público que forma parte de la vida de muchas generaciones, sobre todo de gergaleñas, que iban a él a lavar la ropa sucia de la familia. Se construyó en 1947, siendo Alcalde de Gérgal D. Javier Urunceta, Registrador de la Propiedad, y su coste fue de 20.000 ptas de la época. Antes de su construcción las mujeres lavaban en la Rambla en piedras colocadas sobre las pozas de los riachuelos que por ella transcurrían. Funcionó hasta mediados de los años setenta en que dejó de utilizarse debido a dos causas principalmente: la primera fue que el agua corriente empezó a llegar a la mayoría de los hogares, la gente puso pilas de lavar en sus casas si no las tenía y para los más pudientes llegaron las primeras lavadoras automáticas; la segunda fue que la acequia de agua que pasaba por el interior de la Cimbra empezó a disminuir su caudal hasta desaparecer poco a poco. Vista general de La Cimbra desde la Rambla de Gérgal Su nombre viene de uno de los significados de la palabra "cimbra" que es la curva de la superficie interior de un arco o bóveda, pues como podemos apreciar en la fotografía tiene seis arcos de medio punto. Los árabes, grandes ingenieros de la cultura del agua, construyeron estos edificios llamados cimbras para el lavado de la ropa y, es probable, que en este lugar existiese una antigua cimbra árabe antes de la actual. La construcción es típica de nuestro entorno, los muros están realizados en piedra y barro y la techumbre era de maderos. Hace unos pocos años fue restaurada, se techó con vigas de hormigón y se le colocaron rejas para su mejor conservación dado que ya no se usa como lavadero. Por su interior corría una acequia de agua cristalina que era excelente para el lavado de la ropa. Cada pila tenía su entrada de agua de dicha acequia y una salida para el agua ya utilizada en la colada. El agua iba a parar a una balsa llamada con el mismo nombre que está situada por debajo del arco lateral derecho del puente mirado desde La Cimbra. Las mujeres solían enjabonar la ropa y tenderla sobre los juncos y otras hierbas o pinchos, a esta faena se le llamaba calentar la ropa. Los niños que acompañaban a sus madres jugaban en la Rambla mientras tanto. Este trabajo era muy duro porque se llevaba la ropa sucia desde las casas a La Cimbra en unas canastas de mimbre o de caña que hacían los gitanos del pueblo. La ropa iba más sucia que la que lavamos hoy porque la mayoría de las familias se dedicaban a las faenas del campo y durante muchos años no había todavía detergentes. Los jabones se fabricaban en casa con aceite usado y en los años en los que escaseba se hacían pastillas con barrilla -planta muy extendida por los ribazos- que fue cultivada en otros tiempos para su comercialización. Algunas mujeres lavaban también por encargo de los señoricos para ganarse la vida. Nuestro querido paisano Juan Antonio de Soria Contreras, cronista de Gérgal, en uno de sus dos libros publicados, "Viaje y Visita a Gérgal", con el rico y exquisito lenguaje que le caracteriza, nos describe la faena del lavado de la ropa en La Cimbra así: "Muchas mujeres y mozas del pueblo encallecieron sus manos y encalaron sus cabellos en el constante manoteo de golpes y testarazos que sobre la fuerte, dura y callada piedra manipulan, convirtiendo la sucia y negrecida ropa en un enjabelgado color nieve". Nos cuenta también que allí "había dialéctica para todos los gustos y tiempo para cascar y rajar ..." y más adelante dice que"Las comidillas eran de tal moraleja, que cuando se fraguaba este conventículo por doquier y se murmuraba de alguna persona o cosa, solía decirse: Esto es peor que la Cimbra". 5. El Castellón Se trata de una antigua fortaleza árabe de la que hoy sólo quedan en pie unos restos de lo que fueron sus muros. Es de época almohade (siglos XII y XIII), del modelo de castillos que dominaban un itinerario o camino importante. Está situado en el Cerro del mismo nombre, al Sur de Gérgal, a unos 2 km. junto a Maleguilla (paraje donde se juntan la Rambla de Gérgal y el Carril). Es un castillo de planta oval (80 x 50 m.) con al menos cinco torreones (tres rectangulares y macizos menores y otro mayor central, de 8'65 por 4'4 m.), separados por lienzos de alrededor de 20 m. de longitud y diferente grosor, que presentan habitaciones adosadas al interior (una de ellas, de 2'4 por 2'8 m.). Vista del Cerro Castellón y Ruinas de la fortaleza
Su enclave sobre un montículo domina un gran territorio, quedando al Norte el pueblo de Gérgal protegido por su Castillo y según cuentan las leyendas, en época árabe, se comunicaban las dos fortalezas por una galería, existiendo en el lugar la boca de una mina que se dice era la entrada, al Este queda la Rambla de Gérgal, al Sur se divisa el Valle del Andarax y al Oeste una serie de cerros que marcan la dirección a Granada. Ruinas del Castellón y vista de Gérgal desde su emplazamiento
Se dice que en su día era una estación de
paso en uno de los caminos que comunicaban Almería y Baza (Granada) y
que había en sus inmediaciones, en el extremo Norte, una fundición de mineral
de hierro como se puede apreciar en las escorias que aún
permanecen allí, que se dedicaría a la reparación o manufactura de material bélico.Restos de cerámica del Cerro Castellón y escorias de la fundición de mineral de hierro
En
las ruinas de la fortaleza y en sus alrededores, sobre todo en unos 1800 m2
de la ladera oriental se encuentran restos de
cerámica árabe almohade-nazarí de diferentes
formas, colores, grabados y
esmaltes. Hay una escasa presencia de cerámica del S. IX que
adquiere valores testimoniales en el XII, en que aparecen dos monedas
de plata (un quilate de 'Alï ben Yüsuf que cita al heredero
Sir -1128 a 1139- y un adarme tomín? de Täsufïn),
siendo la mayoría de los fragmentos de la segunda mitad del S.
XII, llegando en menor número hasta 1260 aproximadamente.
Fuente de Datos: "Castillos y Territorio en Al-Andalus". Antonio Malpica (ed.). Editorial Athos-Pérgamos, Granada, 1998. 6. Ermita de San Sebastián La Ermita Fachada principal y vista general de la Ermita de San Sebastián de Gérgal Consta de una sola nave con altar mayor en un segundo nivel al que se accede por una escalera de tres peldaños. En la pared frontal del altar, en el centro, hay una hornacina en la que se encuentra ubicado San Sebastián. A la derecha del altar hay una pequeña sacristía. El techo es una armadura de madera a dos aguas, de perfil triangular, formada por vigas y tablas sin ornamentación, que se realizó hace unos sesenta años debido a que el anterior se derrumbó como consecuencia de una gran nevada. En su fachada tiene una gran puerta central -ha sido sustituida por una nueva en la restauración-, sobre ella, en un segundo cuerpo que forma el tejado, un frontón con un óculo -pequeña ventana circular- en su parte central, recubierto de ladrillos vistos y sobre el tejado, en el vértice central, una campana que se aloja bajo un templete de techo triangular. Hasta los años sesenta tenía también en la fachada, a la izquierda, una pequeña capilla acristalada de las Ánimas, con un cepillo para las limosnas. En la pared lateral izquierda se le han abierto dos ventanas altas que dan a la calle.
Interior de la Ermita de San Sebastián
Salida de San Sebastián de su Ermita Moros
y Xtnos a la salida del Santo
La Ermita Con esta reforma se ha colocado en la Ermita una puerta nueva y doce bancos, mejorándose notablemente tanto su aspecto externo como interno. 7. Ermita de Santo Sepulcro Está situada al Norte de Gérgal, sobre un cerro desde la que se domina gran parte de su caserío, el antiguo Puente, la vega, la autovía A-92, y el valle que forman las montañas que se ven a lo lejos. Es una construcción sencilla, típica de la zona, de anchos muros de piedra y barro con una techumbre de maderos que se apoyan en dos arcadas. A la entrada, a la izquierda, hay una pequeña capilla con un fresco de Jesús Nazareno en la pared y a la derecha una pila de agua bendita. En la habitación principal hay adosados a las dos paredes laterales y a la de la entrada unos bancos de obra o poyos para sentarse los fieles. También tiene unos bancos de madera. Al fondo tiene una habitación, con techo de bóveda, que sirve de altar, tiene tres hornacinas con imágenes y a la derecha de esta habitación hay otra más pequeña, también abovedada, con un pie de mármol en su centro. Parece ser que está construida sobre un antiguo enterramiento prehistórico y que a lo largo de la historia ha conservado su sentido espiritual. Durante muchos siglos de dominación árabe, en Gérgal hubo eremitas - ermitaños que viven en una ermita-, mozárabes y musulmanes que han dejado testimonio en algunos nombres de las lindes de Gérgal que provienen de los nombres de las sepulturas de santones que allí hubo, como la de Cabrismema o Cabalgaci, y aquí posiblemente debió de existir una de ellas. Vista
de Santo Sepulcro desde el Puente
Vista
frontal de la Ermita de Santo Sepulcro
Con la conquista del antiguo Reino de Granada por los Reyes Católicos todas las mezquitas y demás edificios religiosos islámicos se reconvirtieron en iglesias y ermitas, y pasó a ser un santuario de culto cristiano llamándose "El Santo Sepulcro", conservando en su nombre su primitivo origen. Una leyenda que ha pasado a través de muchas generaciones de gergaleños cuenta que en el camino pedregoso que hay de acceso, se encuentra un hoyo hecho en la piedra que fue donde Jesucristo tuvo una de sus caídas cuando transportaba la Cruz a cuestas y allí clavó su rodilla. Está tapado con una piedra y dentro de él siempre hay una crucecita hecha con unos palos pequeños. Todos los años en el mes de mayo, por la tarde, los fieles devotos, sobre todo las mujeres que son las que se encargan de su mantenimiento y cuidado, suben a Santo Sepulcro a decirle las novenas a la Virgen María y muchos años se suele celebrar también una misa en su honor. Tradicionalmente acudía mucha gente a las romerías que se organizaban a la Virgen en mayo. Así lo cuenta Juan Antonio de Soria Contreras: "tras la ceremonia religiosa los peregrinos se divertían entre tragos de vino y buena comida cantando, bailando y jugando a la cucaña hasta que caía la tarde, hora de regresar a casa". 10. Ermita de Cruz de Mayo 11. La Plaza Vieja Enlaces de interés: http://www.lavozalmeria.net/rutas/ruta7/ruta.htm http://www.parquesnaturales.com/municipios/fichamunicipio.asp?MUNICIPIO=04050 http://www.almerianatural.com/excursiones.htm |